Primer Mundo


El otro día fui al banco, ya sobre la hora de cierre (tipo 5, o fivish como dicen acá (fivish, sixish, y la mas graciosa tenish)).

Cuestión que se empezó a armar una cola, de esas normales cualquier día de semana en el Nación por ejemplo. En la caja era un solo cajero, que la piloteaba como podía. Digo la piloteaba, porque la gente se empezó a impacientar (que raro en londres…si, es ironía inglesa). A mi me quedarían 7 personas hasta la caja, pero la cola sería de 15-20.

En eso pasa una mujer, con cara de ser la que manejaba el bulo, y el de atrás mío le empezó a decir que como puede ser que haya tanta cola, y un solo cajero, que es una verguenza el banco, que que trato  a los clientes. La mujer se tuvo que callar la boca, no encontró nada que responderle, y siendo la que mandaba, se fue a abrir una ventanilla y empezó a atender ella. Lógicamente la cola se agilizó.

En fin, cada uno se formará su opinión al respeto. Para mi ya hay mucha mariconeada con el tema de la atención al cliente acá.

No pude evitar preguntarme que hubiera sido si yo decía eso cuando perdía mi hora de almuerzo una vez al mes para ir a pagar al Nación los seguros «la estrella» de Alma Porteña. Creo que me retiraba del banco junto a un agente de la federal, o un enfermero del Borda…

PD: A los no-argentinos, sepan disculpar este post, es muy para los que vivieron allá.

Escribo estas líneas desde Barajas, en una espera interminable para embarcar mi vuelo a Londres. De a poco uno empieza a conocer un poco más la rutina aeropuertuaria, esta venida a Europa me ha hecho ganar algunos viajecitos en avión, y uno está más canchero a la hora de hacer el check-in, el control de seguridad, el cambio de divisas, el embarque. Uno mientras espera, mira la diversidad de gente: el asiático que no puede comunicarse más que con gestos con el empleado de seguridad, las musulmanas adineradas con su prepotencia, el que está quejándose con un empleado del aeropuerto, las siestas tomadas y los libros que se leen en la sala de pre-embarque.

Yo espero y escribo estas líneas, levantando la vista del monitor para ver a través del ventanal como aterrizan los aviones. Mejor mirar ahí, porque si miro a mis compañeros de viaje, solo veo caras largas por la demora del avión.

Me vuelvo a Londres, la estadía en Madrid terminó siendo más corta de lo prevista: solo 21 días. Mis motivos: un poco es extrañar la vida londinense. No es que me quería volver todos los días, pero también me di cuenta que mi espíritu aventurero no era el mismo del de mi llegada a Europa. En Londres va a ser más fácil rebuscármelas de nuevo. El elemento desencadenante fue lo del NIE: El viernes pasado hice la cola en Puerta de Toledo desde las 4.45 de la mañana, hasta las 9.30, con el fresquito cada vez más frío, con los pies hechos 2 piedras de hielo. Esto desmitifica un poco ese ideal de primer mundo que se tiene a veces, ¡¡en mi vida me tuve que bancar una cola así!!

Para colmo lo que me dieron (un papel con un sello y un dia para una cita)no me lo aceptaron en el trabajo, aunque de la oficina me dijeron que con eso podía trabajar, si el empleador quería. Me parece que hubo un poco de falta de voluntad de starbucks, y desinformación tanto mía como la producida por la oficina de extranjeros. Cierro el post con este diálogo con una operadora telefónica que daba información acerca del NIE, uno de los más increíbles que tuve en los últimos tiempos:

Ella: “¿Cuál es su nacionalidad?

Italiano” le digo.

Ah!, pero si usted es comunitario puede empezar a trabajar en cualquier momento”

Fenónemo, pero necesito el NIE para firmar el contrato”

Claro, porque tiene que estar dado de alta en el banco de extranjeros”

Pero la cita para que me den el número es dentro de un mes”

Claro, su empleador le tendrá que correr la fecha un mes”

Ahí me tiró un centro impresionante, para meter esta frase matadora al estilo periodista de CQC: “Entonces soy comunitario y no puedo empezar a trabajar en cualquier momento”

Silencio de 2-3 segundos del otro lado del tubo. Reacciona y me dice “Si, la verdad que es un absurdo”

Para cerrar mis vacaciones, me di un último gustito en Londres. Fui al O2 Arena a ver a los Rolling Stones, quienes no me decepcionaron a pesar de que están terminando una gira que duró 2 años. Si, esa gira que hace 1 año y medio pasó por Buenos Aires, llega a su final en Londres.

Primero: impresionante el O2 Arena. Es como… un luna park, pero gigante. Pero si estás adentro y salís, no salís directo a la calle, primero salís a los pasillos, donde hay puestitos de comida rápida, cerveza y merchandising. Salís de ahí y estás como en una calle dentro de las inmediaciones, donde están todas las cadenas de restaurantes de Londres, stands de Martini, y hasta el mismísimo Starbucks se plantó ahí.

Segundo: antes de cortarme la entrada, un tipo me la leyó con un lector de código de barras. No tengo muchos recitales en mi haber, pero nadie me contó que le haya pasado.

Tercero: los viejitos unos cracks. 2 años girando y una energía… todos los british bailando al ritmo de «honky tonk woman» o gritando alocadamente «woo woo» en «Sympathy for the Devil». Yo creo que por más plata que ganen, o drogas que tomen, hay que sentir el Rock and Roll para girar tanto tiempo con más de 60 pirulos y seguir con esa garra. Tengo que admitir que antes de comprar la entrada he dudado (y más si digo cuanto pagué, y más si se los convierto a pesos), pero definitivamente no me decepcionaron, a pesar de que la estructura del show fue la misma que vi hace un año y medio, claro que con diferente orden de temas y algunos que no habían tocado en Buenos Aires. Me gustó mucho cuando tocaron «midnight rambler», un tema que es imposible no bailar al ritmo de la harmónica de Mick Jagger (dicho sea de paso, una de las palabras claves que la gente pone en google y termina en mi blog..crazy), quien puede hacer que la gente salte, baile, grite o se calle, con simplemente 2 gestos.

Muchas palabras en el tintero… pero paso una foto y un video que he tomado. El problema fue que me quedé sin pilas y no pude grabar nada del show. God Bless You Tube, les agrego algunos videos que circulan por la web.

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Y esto  es algo que encontré en la web…

Les voy a contar 3 cosas divertidas que pasaron este finde:

  1. El viernes fuimos con Soledad y Eszter (húngara, compañera de laburo de Soledad) a cenar. Luego de que nos echen de un pub porque Eszter no tenía un ID, entonces podía tener menos de 18 años (tiene 25, y los aparenta), caímos en un Pizza Hut. Fue un tema pedir la pizza: yo acostumbrado a ver el menú, y pedir una grande mitad napolitana mitad con jamón, teníamos que elegir una con «dos toppings». En el menú estaba la lista con los tipos de topings, distribuidos por categoría (carne, queso, verduras, etc.), y luego los ingredientes. Nosotros pensamos que el topping incluía todos los ingredientes categorizados, así que luego de pensarlo un tiempo, le pedimos con carne y extra queso, una pizza re grosa iba a quedar. Error!!!! Había uqe elegir 2 ingredientes, las categorías estaban a modo de orientación… así que 20 minutos más decidiendo que ponerle a la pizza!!! tanto lío para pedir una pizza che!!! me sentía un viejo en mc donalds que se sienta esperando que venga el mozo!!! Encima terminamos pidiendo la clásica con jamón y queso!!! jajja
  2. El domingo estuve en un pic-nic argentino en Hyde Park. Estuvo muy bueno, pero no voy a contar sobre el picnic en si, sino de algo que pasó ni bien empezamos. Una vez que dispusimos de los alimentos sobre el verde pasto (bueno, en realidad sobre la mantas), cae uno de esos autos del guardaparque. Yo pensé: ahora que?? nos va a decir que no podemos hacer un picnic?? o nos va a preguntar si el mate tiene droga?? Pero no, el tipo no dijo palabra alguna. Sacó una bolsa de residuos, y nos la dejó para cuando terminemos. ¿¿Se dan cuenta que detalle más boludo?? Pero potente, el parque quedó requete limpio… una pinturita… y mirá que estaba lleno como Palermo un 21 de septiembre. Claro… si cada uno tenía una bolsa, con el mínimo de educación vas a tirar la basura ahí, y después dejás la bolsa al lado del tacho.
  3. En el picnic, hubo una falla en la matriz tiempo y espacio, y se nos cruzaron el Diego y la Claudia hace 10 años. Posta que la foto de abajo pasó mientras almorzábamos, nos pasó esa pareja por al lado. Si al lado de 10 argentinos je. Pero juro y recontrajuro por Dalma y Gianina que es lo que más quiero, que no trucamos o armamos esa foto!!!! Me tienen que creer, fue algo muy bizarro, pero real.

el diego y la claudia

Hay cosas que me emocionan en Londres. Estar en esta ciudad, es como cruzarte con algún famoso. La ves en las películas, en las noticias, en todos lados. Una vez que estás acá, te copás, te encanta, lo ves todo, lo tocás. Con el tiempo te vas acostumbrando, y ya te sentís uno más del montón, que se toma el tren, subte o colectivo para ir a trabajar, que va a las grandes cadenas de supermercado todas las semanas a comprar aquellos bienes para poder subsistir una semana más de tu vida, contando las monedas para no patinar en alguna boludez.

Pero hay cosas que me dan un sacudón en la cabeza, y me hacen volver esas sensaciones originales. Una de ellas es escribir el blog. Otra, es esta con la que me topé hace un tiempo. Por Enbankment Bridge (es el siguiente puente del Big Ben, yendo hacia el este), hay un obelisco y una esfinge egipcias. Todo bien, ciudad cosmopolita dirán. Pero no es eso lo que me llama la atención, sino las marcas que le dejó la historia.

Si amplían las fotos que subo, van a ver que la base de estos pequeños monumentos, tienen unos agujeros. También la esfinge fue perforada.

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¿Qué es esto? La imagen a continuación lo explica. Marcas de un bombardeo alemán en 1917. Una bomba cayó en la avenida, y dejó esas marcas. Si bien Londres sufrió mucho más con el bombardeo de la Segunda Guerra Mundial, me resulta emotivo pasar por ese pedazo de la historia mundial.

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Lo descubrí solo, no lo leí en ninguna guía turística. Me parece que los turistas no saben de eso, y por ahí se lo pierden. Quizá sea algo muy subjetivo que solamente a mi me fascina, pero puedo asegurar que fue sorprendente toparse con eso.

Nota: estoy bien, no se asusten por la palabra hospital, y guardia están en este relato. Fue la boludez más grande por la que tuve que ir a un hospital.

Resulta que el sábado, tipo 17.30 estaba ya finalizando mi turno en starbucks. Entonces decido lavar un par de tazas. Antes de ponerlas en la máquina, les pego una enjuagada. Las tazas son como de arcilla o porcelana, hay re pocas cosas en el local con vidrios. En eso, veo que el lavatorio estaba tapado… y yo… ya acostumbrado, metí la mano en el desagüe, para sacar los materiales que lo obturaban.
¿Para que?? jaja… cuando meto la mano, siento como la yema de mi dedo índice sufre un corte… saco la mano, y efectivamente me sangraba una banda… me lo secaba y al toque se me llenaba todo el dedo de sangre de nuevo… saben con que me corté?? vieron la pintura de la tasa, que a veces se sale, pero se sale de a pedacitos. Bueno, ese pedacito que se cayó y estaba en el desagüe era muy filoso.
Le pedí al supervisor asistencia, y me puso una curita. Seguí haciendo mis tareas, pero vi que la curita no era suficiente. Pido asistencia de nuevo, y en este caso me ponen una de esas telas sanitarias… vieron esa que viene en un rollito. Yo le digo al que me la puso: «apretá bien fuerte, no te hagas drama». Y bueno… paró de sangrar. Como ya eran las 18, me fui del negocio. Había quedado con Soledad (la minita argentina con la que fui a Brighton) en hacer algo.
Me encuentro con ella, y bueno… fuimos a pasear un rato, en colectivo (porque estoy conociendo bien a la lluvia londinense), y terminamos tomando un café por Piccadilly Circus (en la competencia de starbucks, obvio, cada dia odio más starbucks). Llevabamos un rato hablando, y la verdad que me dolía un poco el dedo… supongo que por la presion que tenía. Bueno, decido aflojar la cinta, volviendo a adherirla de forma mas suave. Cuando termino, siento como la sangre volvía a circular… pero bueno… luego me volvió a sangrar!!!
Cuestión que vamos a una farmacia para ver si comprabamos agua oxigenada y eso… pero como no teniamos idea, y no ibamos a encontrar un lugar para tratar mi herida, fuimos al hospital. Yo pensé… que copado… va a hacer más divertida la salida el hecho de ir al hospital, conocés un poco, de paso me cortan la herida y después seguimos paseando.
Yo recordaba que había un hospital al otro lado del río del Big Ben, y enfilamos para allá (me acuerdo por las argentinas que conocí cuando llegué a Londres: una estudiaba medicina, y cuando vio este hospital, que no se caía a pedazos, no lo podía creer). Llegamos, paso el trámite burocrático, y me atiende la doctora. Habrán pasado 20-30 minutos desde que llegué a la sala hasta que me atendieron.
Cuestión que le cuento a la doctora, mira la herida, y me dice: tendrías que haber venido antes (habían pasado 4 horas del corte). Se aseguró que no me haya cortado con vidrio, me desinfectó la herida, me dio la antitetánica… y acá viene lo mas gracioso: me cubre la herida primero con 4 tiritas de 1mm de ancho x 3cm de largo, de forma que atravesaran el corte (mi corte debe tener un poco menos de 1cm de largo). Luego, me pone un pequeño vendaje adhesivo, que me cubre todo el dedo y me dice: no vas a trabajar por 5 días porque tenés que manipular alimentos (y los puedo contaminar) y además no me puedo mojar esa zona, porque recién a los 5 días me puedo sacar el pequeño vendaje que me puso. Es como si tuviera un yeso en un dedo. Me tengo que bañar, protegiendo la zona con una bolsa de nylon. Y para que la sangre no bajara al dedo, me puso esas telas que te inmovilizan el brazo, para que que el dedo apunte hacia arriba… yo pensaba… ¿es para tanto?? Me dijo que cuando me fuera a dormir ya me podía sacar esa tela…
Cuando salgo, estaba Soledad esperándome.. y la reacción que tuvo fue la que yo esperaba… imaginense la sorpresa!!! los dos cagándonos de risa!! jaaj!!! vas, y esperas que te pongan algo en el dedo y listo… y de golpe tu imagen al salir es con esa cosa que te hace no mover el brazo (para que entiendan a que me refiero… nunca vieron los que se esguinsan el brazo o la muñeca, que les ponen eso para que ahí cuelgue el brazo).
En fin… tuvimos que terminar ahí la salida. Pobre Soledad, esta vez le tocó a ella tener su acto cortés, acompañándome al hospital y eso. Yo mucho no podía hacer con un brazo solo tampoco, lo mejor era irme a casa.
La verdad que tuve una atención en el hospital, al mismo nivel de la clínica privada a la que iba en Argentina (que es muy bueno). Por lo menos, ahora cuando me descuenten los impuestos del sueldo, me va a doler menos, ya que se que me puedo atender gratuitamente. Encima, mañana voy a ir a ver, porque puedo pedir asistencia al Estado porque como en el trabajo no me pagan estos 3 días que voy a faltar, y como fue accidente laboral, y tengo un ingreso bajo… quizás sea posible ser ayudado (esos tipos de ayuda existen, lo decía en el papel que me dieron en el hospital)

Ya sabrán más… lo único que falta es que esta semana por no ir a trabajar, pueda atender algun llamado para alguna entrevista laboral, y me den el puesto!!! sería sublime

Bye!!!

Cartel en Trafalgar Square

Este cartel que se encuentra en Trafalgar Square, para mi es mucho más que un simple mensaje. Revela dos características de Londres.

Por un lado, la advertencia, el «que no hacer». En todos lados te encontrás carteles de «prohibido», que a la larga te dicen que podés hacer el resto de las cosas.

La segunda característica es los idiomas. Esto es Babel. Hoy caminando por el centro debo haber escuchado como 10 idiomas diferentes, y, por lo visto, el Mayor of London lo tiene claro…

Estoy redactando esto desde el local de Apple, en Londres. Computadoras, Ipods, etc. repartidos por todo el local, y que uno puede usar todo el tiempo que quiera. Algunos dicen que es el local mas «cool» de Londres.
Pero mi pregunta es: que es mas cool? esto o comer un chori en algun carrito en Costanera?

Hay algo mas cool aun?? dejen sus opiniones!!!!

Hoy tuve una entrevista para sacar el National Insurance Number (NIN), que es como el CUIL argentino. La diferencia es que acá primero tenés que llamar a un teléfono para que te den la entrevista. Ni bien cortás, te envían una carta confirmando la entrevista, y la documentación necesaria que hay que llevar. Te piden pruebas de identidad, de domicilio, y de que estás trabajando (o buscando un trabajo, que era mi caso cuando pedi la cita 20 días atrás). Acá son así, en el banco, para abrir una caja de ahorros, también te piden algo parecido. Yo al principio pensaba: para que quieren tanto si no me van a prestar plata? Bueno, la respuesta la encontré viendo «The Shawshank Redemption» o en Argentina «sueños de libertad». Peliculón, de los 5 mejores que vi en mi vida. Básicamente es para evitar lavado de dinero, porque sin esas pruebas y referencias de otras personas, es más factible que te inventés a una persona, con su NIN… y la mar en coche.

En fin, pero este post  no es para explicar eso. Es para contar lo que me sorprendió… como se imaginarán, la oficina donde tenés que sacar el NIN, es una oficina estatal. Yo sabía que esto era Londres, pero sin embargo, iba con la mentalidad de que la persona que me iba a entrevistar iba a ser la empleada de Gasalla, la que  a todos les decía «Atrás!!! Atrás!!!».

Bueno, por momentos pensé que estaba en una empresa privada. La mujer, una cincuentona llegando a los sesenta, me atendió siempre con una sonrisa, y llenó ella los formularios mientras me hacía miles de preguntas (los formularios los podia completar ella o yo, segun el manual). Me dijo que si quería podía ir a la máquina a buscar un vaso de agua mientras ella ingresaba datos a la computadora, e hizo muy amena la entrevista. Cuando pasó esa media hora que compartimos, no pude evitar decirle que había estado muy amable, y que en mi país no era así (o al menos nunca me pasó). La mujer simplemente me respondió: «It’s my job» (es mi trabajo).

Que se yo… quizás tuve suerte y era la excepción en la oficina… pero no creo… después observaba al resto de los empleados, y se veía un trato cordial con las personas que acudían allí para realizar un trámite burocrático, casi obligatorio.

 Diferencias…